Ir al contenido

Maltrato de las personas mayores

13 de junio de 2022


Datos y cifras

  • En el último año, aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años sufrió algún tipo de maltrato en los entornos comunitarios.
  • Las tasas de este tipo de maltrato en las instituciones, como las residencias de ancianos y los centros de atención crónica, son elevadas: dos de cada tres trabajadores de estos centros refieren haber infligido algún tipo de maltrato en el último año.
  • Las tasas de maltrato a las personas de edad han aumentado durante la pandemia de COVID-19.
  • Estos sucesos pueden conllevar graves lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas.
  • Se prevé que este problema aumentará en muchos países debido al rápido envejecimiento de la población.
  • La población mundial de mayores de 60 años se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050.

 

Resumen

El maltrato a una persona de edad consiste en un acto o varios actos repetidos que le causan daño o sufrimiento, o también la no adopción de medidas apropiadas para evitar otros daños, cuando se tiene con dicha persona una relación de confianza. Este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos y puede manifestarse en forma de maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; maltrato por razones económicas o materiales; abandono; desatención; y del menoscabo grave de la dignidad y el respeto. 

Magnitud del problema

El maltrato a las personas de edad es un problema importante de salud pública. De acuerdo con una revisión de 52 estudios realizados en 28 países de diversas regiones, realizada en 2017 y que abarcó un año, una de cada seis personas de 60 años o más (el 15,7% de este grupo de edad) sufrieron alguna forma de maltrato. (1) Aunque no hay muchos datos rigurosos al respecto, esta revisión permite estimar la prevalencia de los distintos tipos de maltrato a las personas mayores (véase el cuadro 1). Se dispone de pocos datos sobre el alcance del problema en las instituciones, como los hospitales, las residencias de ancianos y otros centros de atención crónica. Con todo, en una revisión de estudios recientes sobre este tipo de maltrato en las instituciones, (2) el 64,2% del personal refirió haber cometido alguna forma de maltrato en el año al que se refirió el examen. 

Cuadro 1. Revisiones sistemáticas y metaanálisis

 Maltrato a las personas de edad en entornos comunitarios (1)Maltrato a las personas de edad en entornos comunitarios (2)
Tipo de maltratoNotificado por personas de edadNotificado por personas de edad y sus representantesNotificado por trabajadores
Prevalencia general15,7%No hay suficientes datos64,2%, o dos de cada tres trabajadores
Maltrato psicológico11,6%33,4%32,5%
Maltrato físico2,6%14,1%9,3%
Maltrato económico6,8%13,8%No hay suficientes datos
Desatención4,2%11,6%12,0%
Abusos sexuales0,9%1,9%0,7%

Cada vez son más los datos que indican que la prevalencia del maltrato a las personas de edad, tanto en la comunidad como en las instituciones, ha aumentado durante la pandemia de COVID-19. Por ejemplo, en un estudio estadounidense se indica que las tasas de este tipo de maltrato en la comunidad pueden haber aumentado hasta en un 84%. (3)   

En conjunto, se prevé que el maltrato a las personas de edad aumente, ya que la población está envejeciendo rápidamente en muchos países, un factor que hará que el número total de casos se incremente con rapidez incluso si la proporción de víctimas no varía: para 2050, la cifra de víctimas habrá aumentado hasta 320 millones, ya que el número de personas de 60 años y más habrá crecido hasta los 2000 millones. 

Consecuencias

El maltrato a las personas de edad puede tener graves consecuencias físicas, mentales, económicas y sociales, por ejemplo: lesiones corporales, defunción prematura, depresión, deterioro cognitivo, ruina económica y necesidad de ingreso en una residencia de ancianos. Para las personas mayores, las consecuencias del maltrato pueden ser especialmente graves y la recuperación puede llevar más tiempo que para los demás grupos de edad. (4) 

Factores de riesgo

Hay factores individuales que aumentan el riesgo de sufrir maltrato, como la dependencia funcional o la discapacidad, la mala salud física o mental, el deterioro cognitivo y la escasez de ingresos. Hay también factores propios de la persona que aumentan el riesgo de maltratar a las personas de edad, como las enfermedades mentales, el abuso de sustancias y la dependencia, a menudo económica, que puede tenerse con la víctima. En el ámbito de las relaciones, su tipo (por ejemplo, matrimonial o de pareja, o entre padres e hijos) y el estado civil pueden aumentar el riesgo elevado de maltrato, aunque estos factores varían según el país y la región. En cuanto a los factores comunitarios y sociales, cabe citar el edadismo contra las personas mayores y ciertas normas culturales (por ejemplo, la normalización de la violencia). Las personas de edad que reciben apoyo social o que viven solas tienen menos probabilidad de ser maltratadas. (5) 

Prevención

Se han intentado aplicar diversas estrategias para prevenir y combatir el maltrato a las personas mayores, pero por el momento se dispone de pocas pruebas de la eficacia de la mayoría de ellas. Las que se consideran más prometedoras son: las intervenciones que realizan los cuidadores, que alivian la carga que soportan los allegados a la persona mayor; los programas de administración del dinero para las personas mayores con mayor riesgo de sufrir explotación económica; las líneas telefónicas de ayuda y los centros de acogida de emergencia; y la implicación de equipos multidisciplinarios que pueden actuar desde varios ámbitos, como la justicia penal, la atención médica, la atención a la salud mental, los servicios de protección de los adultos y los servicios de atención prolongada. (5)

En algunos países, el sector de la salud se ha responsabilizado de sensibilizar a la opinión pública sobre este problema, mientras que en otros han sido las administraciones de la seguridad social quienes han tomado la iniciativa. A nivel mundial, se sabe muy poco sobre el maltrato a las personas de edad y sobre el modo de prevenirlo, sobre todo en los países en desarrollo. 

Respuesta de la OMS

El 15 de junio de 2022, con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez, la OMS y sus asociados publicaron el documento Tackling abuse of older people: five priorities for the UN Decade of Healthy Ageing (2021–2030) en el que presentan cinco prioridades para el Decenio de las Naciones Unidas del Envejecimiento Saludable (2021-2030), a las que se llegó mediante amplias consultas. Son las siguientes:

  • Combatir el edadismo, ya que es una de las principales razones por las que el maltrato a las personas mayores recibe tan poca atención.
  • Generar más datos y de mejor calidad para concienciar sobre este problema.
  • Concebir soluciones rentables para poner fin a este tipo de maltrato y ampliar su uso.
  • Elaborar un argumentario a favor de la inversión en este tema para convencer de que es un dinero bien empleado.
  • Recaudar fondos, ya que se necesitan más recursos para abordar este problema. 



(1) Elder abuse prevalence in community settings: a systematic review and meta-analysis.Yon Y, Mikton CR, Gassoumis ZD, Wilber KH. Lancet Glob Health. 2017 Feb;5(2):e147-e156. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28104184 

(2) The prevalence of elder abuse in institutional settings: a systematic review and meta-analysis. Yon Y, Ramiro-Gonzalez M, Mikton C, Huber M, Sethi D. European Journal of Public Health 2018.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29878101

(3) High prevalence of elder abuse during the COVID-19 pandemic: risk and resilience factors. Chang ES, Levy BR. The American Journal of Geriatric Psychiatry. 2021. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33518464/

(4) The mortality of elder mistreatment.

Lachs MS, Williams CS, O'Brien S, Pillemer KA, Charlson ME. JAMA. 1998 Aug 5;280(5):428-32.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9701077

(5) Elder Abuse: Global Situation, Risk Factors, and Prevention Strategies. Pillmer K, Burnes D, Riffin C, Lachs M. The Gerontologist. 2016; 56(2); 194-205. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26994260/

 


REHABILITACIÓN