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Hijos que abusan de sus padres ancianos


por Agustin Del Arco

05 de Junio del 2024 1:40 PM · Actualizado 

Muchos hijos se aprovechan de la condición de sus padres ancianos mostrando placer en abusar de ellos de varias formas. Algunas veces los engañan, otras se apoderan de sus cosas, y en otros casos los dejan en total abandono y hasta los golpean.

Todos estamos de acuerdo y hacemos campañas sobre la necesidad de protección y cuidado de los padres a los hijos pero difícilmente se habla de los cuidados que los hijos le deben a sus progenitores, sobre todo si son ancianos y no pueden valerse por sí mismos. Pero el tema es más delicado porque una cosa es asistir a los padres y otra es abusar de ellos.

Lamentablemente, muchos hijos y personas en general consideran al anciano como un despojo, y un ser improductivo para la sociedad. En las mismas familias hay hijos que consideran a sus padres ancianos como una carga pesada que llevar. De pronto, los familiares se sienten fastidiados con la presencia del “abuelito”. “Hay que repetirle las cosas porque no escucha”, “hay que gastar plata porque se enferma a cada rato”, “hay que hacerle dieta porque no puede comer algunas cosas”, todas estas ideas se manejan en estos hijos desconsiderados.

Si bien hay muchas razones por las cuales los hijos quieren hostigar a sus padres, la más común es que desean apropiarse de sus bienes. También existen casos en que usufructúan sus bienes hasta que ellos mismos lo deciden. El chantaje emocional es frecuente, pues si no les dan lo que piden, estos hijos amenazan con abandonarlos.  En otros casos, los hijos creen que hostigando a sus padres pueden lograr que ellos, tras ser humillados, abandonen la casa. Y el caso más maligno es cuando por enfermedad del adulto mayor toman el control de su vida.

¿Qué puede llevar a un hijo a esta falta de amor, de consideración y de abuso a sus padres? Tengo que decir que esto no es algo que empieza de un día para otro, sino es el incremento de posiciones de odio, de omnipotencia y de envidia que acompaña a un hijo, y cuando el padre y la madre están debilitados, las ejecutan.

Es muy común que el maltrato de un hijo hacia su padre anciano sea por el  resentimiento que lo arrastra desde el pasado. Si el adulto mayor utilizó formas agresivas en su relación con su familia, es casi natural pensar que los hijos aprendieron de él esta manera de comportarse.

De allí la importancia de cuidar las formas y los contenidos de amor que le damos a los hijos porque muchas veces, aunque sea injustificado e incluso un delito, mucho de este odio es la semilla sembrada con los golpes, los gritos, la incoherencia en los mensajes, así como criar hijos que se creen omnipotentes y que no respetan la vida humana.